El Turismo Carretera es una categoría en donde la mayoría de las personas que va es gente de pueblo, de campo y más lo era en épocas anteriores, por eso no es raro pensar porqué la gente quería tanto a Jorge Martínez Boero, hombre que estaba identificado con Bolívar, pero que en realidad nació en Buenos Aires y llegó a vivir en La Plata. Su acercamiento con los bolivarenses se debió a que se tuvo que traslada a ese lugar para perfeccionar su auto, un Chevrolet que lo vio debutar en el TC en la Vuelta de Olavaria a principios de los '70, donde obtuvo el 10º lugar, nada mal para in principiante. A partir de ahí todos sus autos tuvieron la inscripción "Bolívar".
Nunca ocultó su fanatismo por la marca Chevrolet, así como tampoco su enorme admiración por los hermanos Emiliozzi, que estaban muy identificados con Ford, la marca rival. Los buenos resultados para el "gaucho" Boero comenzaron recién a partir de 1974, cuando ganó sus primeras dos carreras. Una fue la Vuelta de Laboulaye en Córdoba, mientras que la otra fue la de Bragado. Estas dos sumadas a otras buenas maniobras en distintas competencias hizo que ese año se ubicara en la tercera posición, quedando delante de él el ganador Héctor Luis Gradassi y Juan María Traverso segundo.
Las cosas de la vida hicieron que después se pasara a Ford y formara dupla con Rubén Luis Di Palma. El auto que estaba motorizado por Oreste Berta no tuvo grandes resultados y todo se disolvió.
Pasaron algunos años y a mediados de 1981, Boero fue llamado por el Quilmes Automóvil Club para manejar un Falcon armado por Mario Di Pietro y Roberto Monllor. En la tercera carrera en Necochea pudo lograr la victoria y pudo además demostrar que los Ford, pese al retiro del equipo oficial eran competitivos.
Su espectacular actuación al año siguiente dejó en claro que el primer puesto estuvo muy bien ganado. Además le puso mucha emoción, ya que ese año anduvo muy bien Emilio Satriano con su Chivo y los "choque picantes" le dieron emoción al TC. Al término de la carrera dijo que " no quiero pasar a la historia como de esta categoría como un extraordinario campeón. Soy un buen piloto y punto". Su acompañante, Tito Bellini manifestó que cuando al auto le faltó algo de velocidad final, él se las ingenió para llegar cerca de la punta. Cuando necesitó andar a fondo lo hizo siempre, logrando además los mejores resultados. Nunca le faltó nada pero tampoco le sobró con su potencial.
Los años '83 y '84 también contaron con su gran presencia y buen manejo arriba del auto, llevándose el segundo y tercer puesto respectivamente. Una vez alejado del Automóvil Club de Quilmes por distintos problemas, intentó regresar a la categoría, pero diferentes factores, entre ellos la falta de competitividad de los autos, terminaron por alejarlo definitivamente.
Una anécdota muy particular que tiene el piloto es que un día se cruzó con Jorge Cupeiro, a quien admiraba por su desempeño automovilístico. Al ponerse a dialogar, Boero le comentó que ellos dos tenían muchas cosas en común, como por ejemplo el nombre, el mismo fanatismo por el Chivo, la misma edad, tener dos hijas mujeres en donde las más grandes tienen por nombre Silvina y las más chicas Paula. Cupeiro quedó muy impresionado por las coincidencias que tenía con este carismático piloto que Bolívar había adoptado como suyo.
Sin embargo, el Guacho nunca se alejará de aquellos escenarios en los que en varios momentos se sintió el rey absoluto, y donde gracias a su carisma y aspecto de buen tipo logró ser muy querido por los aficionados al Turismo Carretera que nunca lo van a olvidar. Porque por más que los años y los pilotos pasen, aquellos que supieron dejar su imagen en cada autódromo siempre serán recordados.
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Nombre completo: Jorge Martínez Boero |
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Fecha y lugar de nacimiento: 23 de mayo de 1937 en Buenos Aires. |
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Trayectoria: Turismo Carretera |
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Títulos: Fue campeón de TC en 1982. |
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Martínez Boero, el adiós al Gaucho
Falleció en Bolívar el ex corredor de TC, que brilló con Ford y Chevrolet y fue campeón en 1982
A los 67 años, en la ciudad bonaerense de Bolívar, falleció el ex piloto Jorge Martínez Boero, que se destacó en el Turismo Carretera, categoría en la que debutó en 1967 y fue campeón en 1982. Sus restos son velados en San Martín 1330, Bolívar, y serán sepultados hoy. a las 15, en el cementerio local.
Tenía juicios terminantes que lanzaba envueltos por el humo de su cigarrillo, ese mismo que no podía dejar y que tantos problemas de salud le ocasionó. "El TC no es para chambones, como creen muchos. A los que critican, yo los quisiera ver correr la San Juan-Coquimbo o hacer la trepada de la montaña en Córdoba. ¿Sabés lo que es doblar con 1500 kilos encima?", decía, antes de darse permiso para una nueva pitada.
Jorge Martínez Boero, identificado desde siempre y para siempre con el campo y con su Bolívar natal, fue uno de los pocos pilotos que se llevó sin magulladura alguna el cariño de los hinchas de Chevrolet y de Ford, simultáneamente. Con todo lo que ello implica.
Su padre nunca quiso que fuese corredor. Su madre lo apoyó siempre. Y el Gaucho no defraudó ni a uno ni a otro. Ni corrió riesgos innecesarios ni fue un piloto del montón. Ganó su primera carrera con un Chevrolet (Los Cóndores 74) y su único certamen con un Ford.
¿Lo demás? Números que quizá no alcancen para dimensionar su trayectoria ni su calidad de piloto que se adaptaba tan bien a los autódromos como a la ruta. Debutó en TC el 17 de septiembre de 1967, con un Chevrolet casi standard, en Olavarría, y fue 4°. A esa carrera le siguieron 179 más, con 10 triunfos y un campeonato, el de 1982, con el Falcon del Quilmes Automóvil Club que llevaba el número 100.
Tras su consagración, con un tercer puesto en la última carrera, en Tandil, no se vanaglorió del título. Serio, dijo: "En 1983 pintaré el número 1 con el respeto que le debo a todos los que llevaron ese número antes que yo. Más que nada, porque pienso darle desquite a todo el mundo. ¿Cómo no hacerlo si los pilotos que agrupa el TC son gente excepcional?". Una frase de tiempos distintos. La dijo Jorge Martínez Boero, el Gaucho de Bolívar. Hace 20 años, apenas.