FRANCISCO ESPINOSA
El reivindicador de Chevrolet
El “ Colo” Espinosa comenzó a correr como tantos otros de su generación, en los zonales de la Provincia de Buenos Aires. Para ser más precisos en la Limitada 27 que se disputaba en la zona de Chacabuco (de donde es oriundo), Rojas, Lincoln etc. Luego de salir campeón en el ´70 y gracias al empuje de mucha gente amiga que creía en sus condiciones, pudo debutar en el TC. Lo hizo con un Torino comprado a Oreste Berta por un amigo el escribano Garibaldi. Luego de unas pocas pero prometedoras actuaciones, pudo acceder al auto propio. Siempre con la atención técnica de Oreste, anduvo entreverado llegando a ser tercero en el GP del ´73.
En el ´75, condujo un Chevrolet perteneciente a la Peña de Valentín Alsina, el que anteriormente condujera Moisello. Sin grandes resultados sin embargo, decidió cambiar nuevamente y esta vez recaló en el Torino de la Ciudad de Azul. Allí comenzaron a llegar los resultados y terminó el ´78 bien posicionado, pero todavía sin poder ganar una carrera.
Las ganas sin embargo de ir a pelear la punta con posibilidades ciertas, lo llevaron a relacionarse con Antonio Alegre (Ex – presidente de Boca Juniors). Con el aporte de su empresa, Francisco pudo correr con el Chevrolet de la Peña Ciudad de Olavarria, y contar para ello con la mecánica de Omar Wilke y Jorge Pedersoli.
El 2º puesto obtenido en la competencia de Cnel Pringles en el ´79, se convirtió por obra y gracia de la descalificación de su ganador, Esteban Fernandino, en el primer triunfo en el TC del “Colo”. Luego vino la definitiva consagración en el Gran premio, y con ella, el ansiado número uno pintado en las puertas de su auto.
Puertas que no serían en definitiva las de un Chevrolet, ya que al otro años se pasó a las filas del archirival Ford.Las cosas del destino, después de tantos años de dominio de Ford en la categoría, un Chevrolet lograba cortar la racha y su piloto por motivos comerciales, pintó nuevamente el codiciado número en un Ford. Injusticias de la vida.
En la carrera de La Plata debutó con un Falcon, habiendo conducido de esta manera, las cuatro marcas que conformaban el parque de la categoría. El auto era un ex de la comisión de Concesionarios atendido en pista por Francisco Reiter, mano derecha de Herceg, y por varios mecánicos más del ex equipo. Lo que se dice casi un semi oficial.
Sin embargo, la dupla hombre-auto nunca llegó a funcionar como los pergaminos de uno y otro así lo hacían suponer: Las actividades comerciales de Francisco, lo fueron alejando de una dedicación total que era casi imprescindible ya en esos tiempos, y su estrella ganadora comenzó a apagarse. |
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