ANTONIO AVENTÍN
Los menores primero
Antonio Aventín es el menor de los hermanos. Y es también el que llegó primero a ser campeón de la categoría. Debutó en el año ´77, y rápidamente comenzó a tutearse con los puestos de vanguardia, en base a un estilo de manejo audaz y sin concesiones.
El primer éxito, llegó en la primera carrera que por el Torneo Nocturno para no ganadores, organizó la ACTC a principios del ´78, para ser más precisos el 11 de Febrero. Allí, bajo el seudónimo de “Tony Pedré” y con un Dodge, se impuso a su hermano Oscar por menos de un segundo y a Romel Viglianco.
Ese año ya comenzaría a ser tenido en cuenta, pero no fue sino hasta el ´79, que llegaría el ansiado primer triunfo total. El mismo lo consiguió en el circuito de Nueve de Julio, en una carrera también organizada por la ACTC. Luego, al poco tiempo, llegó el segundo triunfo en la clásica Vuelta de Tandil, terminando finalmente en el 6º puesto al concluir el torneo.
El gran momento, sin embargo, llegó con el campeonato ´80/´81, donde formando equipo con Oscar y bajo la tutela mecánica de “Fino” Adamoli, pudo demostrar todas sus condiciones de gran volante.
Tuvo con respecto a su hermano, la ventaja de una tapa de cilindros fenomenal que nunca pudo ser copiada, y una mayor regularidad que éste. Ganó en Olavarria, Tandil, en el Premio Inauguración Ruta Provincial 11 (en 2 etapas), y también en Monte. Cuatro triunfos que sumados a otras buenas clasificaciones, le hicieron obtener el torneo con cierta comodidad. Ese mismo año, ganó también la competencia final del Torneo Lizeviche-Galíndez, disputada en el circuito de Ayacucho al fabuloso promedio de 228.364 Km. /h.
En el ´82 no pudo repetir los éxitos, y en el ´83 cambió de marca pasándose a Ford, en un equipo conformado también por Oscar y por Juan Maria Traverso. Este equipo no obtuvo la gloria esperada, y se disolvió prontamente. A partir de allí, divagó mucho tiempo buscando la combinación ideal que lo llevara nuevamente a los primeros lugares, y lógicamente al triunfo. Debió esperar hasta el año ´90 para poder subir nuevamente al lugar más alto del podio. En una fría y lluviosa mañana capitalina, el autódromo de Buenos aires lo vio llegar por última vez en su historial como ganador, esta vez a bordo de un Falcon
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